martes, 2 de agosto de 2011

Una noche más




Con un extraño sopor recordaba

aquellas noches de luto

al abrir los ojos del sueño

la sangre adornaba el cuarto

que visión más esplendida

con un lúgubre regaño

reclamaba el desperdicio

de ese muy preciado liquido

el dueño del elixir

sin mucha preocupación

se la dio como dulce obsequio

que recibió con adoración

el carmesí manantial

corriendo por su garganta

¡oh! que sabor exquisito

que le llena toda el alma

noches pasaron

más esa inolvidable

recorría su ser

con deseo insaciable

años pasaron

y aun así

la noche seguía

clara como el mismo día

tanto tiempo pasó

e inesperadamente

su silueta la abrazó

una noche más

el destino los unió.

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