
Como una maldición extendida al viento
gritaba impropios con todo su aliento
deseando saber porque regresaba
devolviéndole aquello que tanto deseaba
para luego marcharse sin volverle a ver
hasta que el viento lo vuelva a traer
su carne obtuvo, su vitalidad deseaba
como una y mil veces en su mente recordaba
la vez aquella en que unidos estaban
carne y sangre, en un mismo ser se enmarcaban
pensamientos oscuros compartían
sus grandes deseos crecían
teniendo en claro su credo
distintos y similares sin poder decir pero
por la eternidad la historia se repetía.
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